A propósito de Garzón

Posted in Personal, Reflexiones aleatorias on 9 \09\+00:00 febrero \09\+00:00 2012 by makj

Erase una vez un lugar donde la justicia estaba representada por hombres y mujeres independientes de los gobiernos que iban cambiando de color como el que se gira a favor del viento. Dicen que en ese lugar, hace ya mucho tiempo, hubo injusticias, muertes, atrocidades, genocidio. Pero nadie se acuerda ya, o nadie quiere acordarse, o a nadie le dejan acordarse.

Pues hay recuerdos dolorosos para uno mismo por conllevar pérdidas personales, en los que los sentimientos no se pueden reprimir. Pero también los hay dolorosos para el bienestar propio por ser recuerdos de cosas horribles que se han hecho y se han tapado impunemente, aprovechando una situación favorable, en la que el pisotear las libertades parecía algo necesario para mantener el poder, y cuando hay elementos en la sociedad cuyo único objetivo en la vida es el poder, hacen lo que sea. Aunque peores son los que, sin atreverse a llegar a cualquier extremo, dejan que sean otros los que lleguen para obtener beneficio propio, y les parecen bien cualesquiera métodos utilizados.

Jugaban con una baza que los reprimidos no tuvieron en cuenta: la memoria es débil y se puede conseguir que desaparezca tras los velos de los años. Los reprimidos siempre pensaron que, una vez que los indeseables desaparecieran, tendrían justicia. Pero no contaron con la debilidad de la memoria. Los que lo pasaron mal, no querían contarlo.. Los que lo pasaron bien, sabían que lo mejor era contarlo y dar la sensación de que sólo cosas buenas pasaron, las malas no las contaron.

 Cuando ya casi nadie recordaba el mal del pasado y cuando ya parecía que se había logrado un lugar justo, parecía el momento de enmendar todo el daño que se hiciera, o al menos reparar gran parte de él. Y en esta labor, uno de los hombres justos, considero que debía invertir su tiempo y esfuerzo, en una empresa noble y justa pensando que sería apoyado por el resto de personas justas  que deberían considerar de igual modo que era su responsabilidad con su propia historia cerrar viejas heridas para poder continuar.

A pesar de parecer una empresa con la que todos debieran estar de acuerdo, aún quedaban algunos «garantes de aquellos tiempos» que pretendían continuar cono su actual estatus y no perder privilegios de ninguna clase en favor de nada, y estos tuvieron miedo, y estos hicieron valer su poder, y estos lograron lo que a otros ni se les podría ocurrir que fuera posible.

Parecía pues previsible cuando empezó a investigar esos antiguos crímenes, que sufriera algún tipo de represalia por parte de los que estaban temerosos de ser desposeídos de poder. Pero el hombre justo siguió, avanzó, peleó, y dio esperanzas a muchos, parecía que el momento había llegad. Nos creímos que pintamos algo en este teatrillo, algo más que simplemente poner dinero para que sigan viviendo de lujo algunos, algo más que para ver fútbol y tenernos entretenidos, algo más que ser simplemente un engranaje más del sistema por debajo de los que realmente lo manejan.

Al final, sucedió lo increíble. El hombre justo fue tachado de saltarse las leyes, de aprovecharse de su poder, no como los que le acusaron, que era todo lo contrario. Y una vez quitado de en medio, sigamos con el siguiente tema: ¿cuanto nos subimos el sueldo?

Si resultará que tienen razón los franceses y hay una compleja conspiración para que nuestros deportistas lo ganen todo y estemos contentos sin darnos cuenta de como nos dan por el culo a cada momento…

Yo que sé! ya no sabe uno ni que pensar!

Ya no sabe uno ni donde irse para que le roben menos. Para que no le tomen a uno por tonto. Para que tener libertad de expresión sirva de algo y no sólo para que nos dejen hablar como a los locos. Para que nuestro voto sirva de algo más de que papel de water. Para que nuestro esfuerzo y trabajo sirvan realmente de algo y no sólo para poder darnos una palmadita en la espalda, subirse ellos los sueldos y darse media vuelta murmurando «pringaos!»

Muchos pensarán: en que país vivimos?

Decir que vivimos en un «país», es mucho decir!!

Decir que «vivimos», es mucho decir!!

Por que el problema es que en realidad no sirve de nada cualquier cosa que podamos «decir»

Y en un país así, tener hombres justos no está bien visto y es peligroso para ellos. Sólo espero que esos hombres justos sigan pensando que merece la pena el esfuerzo y la lucha para conseguir que finalmente, el de la justicia no sea un lejano reino de un cuento de hadas.

El expediente 654 (y 4)

Posted in Relatos cortos on 3 \03\+00:00 enero \03\+00:00 2011 by makj

Me fue arrastrando poco a poco hacia la puerta del comedor. Todos los guardias le apuntaban por si vacilaba un instante y poderse echar encima suyo sin que yo saliera herido (al menos eso quería pensar, su aparente pasividad me estaba provocando un sudor frío).

Pero él no vaciló y llegó hasta la puerta. Un último instante bajo el quicio, una última mirada de reojo para fijar en su retina la posición de los enemigos. Y un fuerte empujón para cerrar la puerta y girar rápidamente sobre sus talones arrastrándome por el pasillo que se abría a la derecha. Intentaba que no me arrancase el brazo con los tirones tratando de apoyar algún pie de vez en cuando, pero iba demasiado rápido para mí y las papeleras que iba derribando por el camino tropezaban por todo mi cuerpo dificultándolo aún más.

Hasta que llegamos a la verja del bloque. Allí se volvió a acordar de mi y me agarró de nuevo por el cuello afianzando su cuchillo justo debajo de mi nuez. Miraba desafiante al guarda de la garita y yo notaba su respiración entrecortada, de bestia atrapada, junto a mi oído. Tal vez si no hubiera estado tan atenazado por el miedo habría reaccionado y no lo hubiera tenido tan fácil. Pero en ese momento sólo quería que esa situación de pesadilla terminase cuanto antes.

El guardia se negaba a abrirle la verja, claramente haciendo tiempo a que llegaran sus compañeros. Pero él no estaba dispuesto a darle ese tiempo. Y seguía gritando mientras miraba de vez en cuando al pasillo para ver quien venía. Los segundos pasaban.

– Mira que me lo cargo!!!

Se mantenía firme, pero se notaba lo mal que lo estaba pasando y el esfuerzo que hacía.

– Y luego iré a por tí!!!

Esto último surtió efecto, el pobre chico se asustó y abrió la verja. Apenas empezaba a abrirse cuando ya estaba cruzándola conmigo de lastre que se chocaba con todo. Y aún así consiguió salir al patio, donde unos disparos al suelo trataban de disuadirle. Pero tras un primer momento de sorpresa, reaccionó rápido. Me agarró por la cintura y me levantó con increíble facilidad para usarme de escudo humano mientras cruzaba el patio, caminando, pero a buen paso.

– Si alguien me dispara, éste desgraciao lo pagará!!! Y quiero la puerta abierta, cuando haya cruzado el patio!!!

Tiniebla

Posted in Relatos cortos on 3 \03\+00:00 enero \03\+00:00 2011 by makj

Desperté de mi duermevela en mitad de la sala de urgencias, sólo. El ruido de las máquinas era todo lo que alcanzaba a oir. Recorrí los largos pasillos buscando a alguien, mis pasos retumbaban como un potente martilleo. No vi a nadie, no oí a nadie. Seguí avanzando por escaleras y más salas, completamente vacías. La situación cada vez era más angustiosa, y no podía dejar de pensar que todo era el típico sueño del que ya quería despertar. Pero no podía. Abrí muchas de las puertas por las que pasaba. Las salas estaban totalmente desiertas, pero todo estaba en su sitio, perfectamente colocado.

Me quedé parado por un momento, prestando atención. Escudriñando la oscuridad para tratar de percibir algún signo de vida, algún sonido. Y llegó. Sin más. Iba creciendo poco a poco, como si siempre hubiera estado ahí y yo de repente me hubiese quitado los tapones. Salí corriendo en aquella dirección y a medida que me acercaba al final del pasillo en el que estaba, la luz aumentaba y también aquel sonido. Pero al girar la esquina, de repente, oscuridad y silencio me envolvieron de nuevo.

Y ya nunca me abandonaron.

Paralelismos llingüístics (by paranoic mind)

Posted in Frikis, Musica, Reflexiones aleatorias on 29 \29\+00:00 diciembre \29\+00:00 2010 by makj

Entre Dos Tierras – Héroes del silencio (original)

[…]

qué fácil es

abrir tanto la boca para opinar,

y si te piensas echar atrás

tienes muchas huellas que borrar.

[…]

Entre Dos Terrats – Herois Silenciosos (versió)

[…]

quin fred que fà!

tot i sa jeca estic ben arrufat!

T-t-t-t-tremolo i no ho puc aturar,

encèn s’estufa d’un cop ja!!

[…]

Risas ahumadas

Posted in Sueños on 28 \28\+00:00 diciembre \28\+00:00 2010 by makj

Desde el primer momento sintió como aquel extraño lugar en el que entraba le transportaba a una agradable sensación de bienestar. El tono en penumbra de la habitación junto con los diferentes olores de esencias aromáticas y hierbas exóticas que se fumaban y bebían formaban una atmósfera difícil de evitar. Se dejó atrapar enseguida, y a medida que se adentraba en aquel sitio, la sensación iba en aumento. En cuanto se dejó llevar completamente, la risa hizo acto de presencia y no le abandonó hasta que tuvo que irse. Sonidos relajantes de fondo ayudaban a crear esa sensación de poder evadirse del cuerpo físico. Las bebidas que tomaron hicieron el resto. Y el éxtasis estaba servido.

Al día siguiente, no conseguía recordar casi nada. Sólo escenas sueltas venían a su mente aún convaleciente de tal avalancha de sensaciones y estímulos nuevos. De lo poco que podía recordar, creía haber disfrutado de momentos de sexo increíblemente placenteros, como nunca antes recordaba. Y en todos los pocos recuerdos que quedaban, las risas aparecían como música de acompañamiento frente al telón de fondo formado por el aromático humo de lo que allí se fumaba.

Definitivamente, tenía que volver.

El expediente 654 (y 3)

Posted in Relatos cortos on 21 \21\+00:00 diciembre \21\+00:00 2010 by makj

Cuando llegó la hora de comer maldije haberme pasado la noche en vela. Había salido de casa deseando empezar el día y olvidar así toda la historia que se me había enganchado el día anterior de una forma tan pegajosa. Tan deprisa salí que se me olvidó por completo llevarme el tupper que me había preparado con la comida.

Tuve que ir al comedor del personal con la esperanza de encontrar algo aunque sabía que traen siempre las raciones justas para los que se apuntan el día antes. No hubo suerte: sólo algo de sopa y un poco de pan. No me quedaba otra que ir al comedor de presos. No es que estuviese prohibido ni que la comida fuese mala, sino que podía ser algo peligroso mezclarse con los presos a pesar de la constante vigilancia de mis compañeros. Las peleas eran algo frecuente, y más cuando algún funcionario se acercaba a ellos, supongo que destacábamos mucho más de lo que yo podía llegar a imaginar.

En un primer momento me entusiasmó ver que el preso que tenía a mi lado era él, pero ese entusiasmo inicial desapareció cuando tiró su bandeja y me agarró por el cuello.

– Le mato!!

La cuchilla que tenía, y que ni tiempo me dió a ver de donde sacaba, me apretaba el cuello. Los guardias reaccionaron rápido y le apuntaban pero eso no hizo que me soltara. Todo lo contrario, me agarró con más fuerza aún.

 

La villa de los mil caminos

Posted in Relatos cortos on 13 \13\+00:00 diciembre \13\+00:00 2010 by makj

Tras largo tiempo recorriendo los caminos, los diversos personajes encontrados habían dejado un rastro en su memoria. Cada uno de ellos había aportado su propio color, dotando a cada momento de las dosis justas de alegría y conocimientos del mundo que nos rodea. Y sin dejar de valorar el camino, creía el juglar haber encontrado una villa en la que poder disfrutar de su actual estado de euforia y felicidad junto a los muchos aldeanos que en ella habitaban. Parecían todos venir de largos caminos, algunos más polvorientos y tortuosos que otros, pero todos con un gran bagaje de recuerdos e historias en sus mochilas.

Un lugar en el que nadie se sentía extraño, todos eran bienvenidos, pues lo normal era ser forastero en el lugar. Nadie era de ahí, y probablemente ninguno acabaría allí el resto de sus vidas, todos partirían en algún momento para retomar su propio viaje. El eterno viaje que todos habían aprendido a valorar y del que ninguno estaba dispuesto a prescindir. Pero siempre es agradable compartir una temporada con otros viajeros para descargar de la mochila muchas historias, anécdotas y aventuras que puedan enriquecer o entretener, al menos, a otros viajeros.

Curioso por lo menos el emplazamiento de la villa, apartada de las grandes calzadas. Y sin embargo, mucho más transitada de lo que cabría esperar. Tal vez por ser un sitio de paso, no diré ya obligado, pero sí necesario para todo viajero que se precie de serlo. Un sitio en el que dejar la mochila al llegar, para disfrutar de todas las gentes que allí se reúnen. La eterna fiesta lo cubre todo, calles llenas de gente celebrando, siempre hay algún motivo para ello.

Pero todo exceso tiene un peligro. El peligro de perder la noción de la identidad propia, de perderse entre el júbilo y los placeres. Una pérdida que puede provocar pasar a ser uno más de los que acaban en el limbo. Un alma sin rumbo entre miles de ellas. Una extraña sensación se apodera de vez en cuando de los recién llegados, quizá un atisbo de razón que les hace despertar de la sensación de euforia provocada por ese maravilloso lugar. La sensación de estar atrapado en un lugar del que es difícil salir, porque en el fondo no se quiere salir.

De vez en cuando alguien consigue partir, tal vez en un arranque de autodeterminación, tal vez arrastrado por otro en la mayoría de los casos. Siempre es una gran pena para todos los que se quedan, pero es una pena que desaparece rápido porque otros nuevos llegan para la eterna fiesta. Sabía el juglar que cuando le tocase partir, pasaría lo mismo. Le echarían de menos el tiempo que tardase en llegar un nuevo visitante. Pero ya siempre le quedaría el recuerdo de los buenos momentos en cada uno de los pasos que diera por el nuevo camino.

El vecino reformista

Posted in Sueños on 13 \13\+00:00 agosto \13\+00:00 2010 by makj

Estábamos pasando la tarde contando chistes en la sala de mi casa, cuando de repente y a medio chiste, me suena el móvil. Lo apago, es mi tía, no puede ser nada urgente. Sigo escuchando el chiste que va contando una de mis amigas. Al momento el teléfono fijo suena, voy corriendo, veo el número. Mi madre tampoco puede querer nada urgente, paso del teléfono que rápidamente deja de sonar.

Pero oigo un ruido de gente en la calle, me acerco al balcón y veo muchísima gente arremolinada en corrillos en la calle mirando hacia mi edificio, no entiendo que pasa. Veo también a mi hermano que acaba de llegar, aún casco en mano, también mirando hacia el edificio, pero nada más unos instantes hasta que su cara cambia y va rápidamente a la entrada. En ese instante oigo un ruido en la habitación de al lado, voy a mirar y veo que tanto la suite como la pequeña habitación contigua que hace las veces de trastero, tienen por todas las paredes grietas que se abren verticalmente desde la parte superior. No entiendo que está pasando cuando entra mi hermano, y nada más pasar a la sala junto al recibidor el falso techo de éste cae de golpe con una tremenda polvareda que nos deja momentaneamente cegados.

Entre el polvo y las toses, mi hermano acierta a decirme que ha visto desde fuera como el piso encima del nuestro estaba empezando a colapsar, y que casi seguro tiene que ver con las obras del vecino por encima suyo. No es posible, no me termino de creer que una simple reforma para cambiar el suelo de la casa de dos pisos encima del mio esté provocando todo esto.

Subimos rápidamente los dos con ganas de armarle la bronca a ese vecino al que ya hace tiempo que le teníamos ganas. Nos empujamos por la escalera para tratar de llegar el primero. Hasta que llegamos a su rellano y nos topamos con un perro enorme atado con una cadena gruesa. Parece tranquilo y sin intención de atacar, así que pasamos cuidadosamente cerca de la barandilla donde seguramente no llega. Al llegar a la puerta, golpeamos insistentemente hasta que nos abre el operario que está haciendo la reforma.

También ha subido detrás nuestro el vecino del tercero (el del piso que se colapsa), un tipo bajito pero con muy mala leche. Entre los tres, tratamos de amilanar a ese tío que no sabemos como pero está consiguiendo hundirnos nuestros pisos. Pero él, lejos de amedrentarse, se defiende diciendo que en todo caso no es el culpable de nada, que sólo está siguiendo los planos del doctor (el dueño del piso) al pie de la letra.

Hemos entrado en el piso durante la discusión. ¿Qué están haciendo aquí? Escaleras de madera, balconadas de madera, gente paseando por la parte que está terminada, bancos de piedra redondos con centros llenos de plantas decorativas… parece algo así como un centro comercial.

Aparece el doctor por una de las nuevas balconadas interiores, y tranquilamente pregunta que tal va la obra a su operario con el que ya nos hemos calmado y hablamos tranquilamente. Nosotros en ese momento retomamos nuestra anterior ira y la redirigimos hacia el verdadero autor de todos nuestros males.

…lamentablemente, aquí me desperté!!

Y su camino retomó…

Posted in Relatos cortos on 28 \28\+00:00 junio \28\+00:00 2010 by makj

Con el tiempo, el juglar decidió que ya era hora de abandonar su lugar junto a la bruja, pues sus bromas ya no eran apreciadas, y que era momento de buscar nuevos caminos por recorrer.

Tras algunas paradas en fondas con gente diversa, alegre y dicharachera, el juglar siempre volvía al camino, al eterno camino solitario en busca de algo que ni él mismo sabía qué podía ser.

Y entre momentos tristes y momentos sombríos, al final el juglar se dió cuenta que lo valioso era el camino, no el destino, que tener los zapatos desgastados valía más que unas botas nuevas, y con esa idea en mente seguía avanzando sin rumbo fijo, en solitario, sin pedir ni dar cuentas a nadie, teniendo por seguro que esa era la manera de que fuese el destino y no la voluntad de nadie el llegar donde fuera que fuese.

Una lagrima cayó… y el juglar que lo vió… todo su arte invocó… y hete aqui lo que resultó!!!

Posted in Relatos cortos on 28 \28\+00:00 junio \28\+00:00 2010 by makj

[…] Mientras la doncella se despedía de los suyos para ir a encontrarse con su destino,
una lágrima afloró a sus hermosos ojos,
y un rayo de luz que se escapó de entre las cerradas nubes de tormenta,
fue a chocar con ella,
y en el instante que se cruzaron un brillante destello iluminó todo el valle…

Lo vio el juglar y recobró su alegría,
Lo vio la bruja y se volvió más comprensiva,
Lo vio el vigía del castillo del caballero que rápidamente urgió a su señor a que regresara,
Lo vio el dragón desde su lejana y oscura cueva y comprendió el maravilloso regalo que iba a recibir,
Lo vio todo el mundo alrededor de la doncella y las caras largas se tornaron en sonrisas,
Las vio la doncella y la sonrisa volvió a sus tiernos labios…

Y esa noche en el pueblo todo el mundo fue feliz,
sabiendo que el destino no era cruel,
ya que la doncella no se iba del todo,
porque en todos ellos había dejado su sonrisa
un recuerdo imborrable que perduraría por los tiempos…

Y cuentan las leyendas que cuando la doncella se acercó a la cueva del dragón este salió,
y por no asustarla utilizó toda su magia y convirtió
la cueva con sus potentes alaridos de fuego en un suntuoso palacio de mármol y diamante,
y finalmente con el resto de magia que le sobró
se convirtió a si mismo en un altivo caballero castellano.